MI MUJER

Hoy no es un día más. Es el cumpleaños de mi mujer Maribé, de “MI” mujer, ahí es ná. Al menos tengo algo. Mi mujer que no es nada amorosa es sin embargo todo mi amor, o ella es mucho o yo me conformo con poco. Debe ser lo primero porque yo no soy de conformar con poco, en amor no. Los dos, que ya vamos para talluditos, nos comprendemos a la perfección.

No va a decir algo alguno cuando el otro ya lo ha comprendido. Hay que vivir muy estrechamente para conseguir esa comunión de almas. Hay que vivir o haber vivido muy intensamente para obtener esa conjunción de miras. Es curioso como dos personas, totalmente yuxtapuestas en principio pueden llegar a aunarse de tal forma y eso se consigue con dedicación, algo de tiempo, buena voluntad y amor.

Algo tan aparentemente sencillo no lo es por lo visto para al menos el cincuenta por ciento de las parejas que fracasan en los primeros tiempos de constituirse, ¿qué les faltó? Seguro que argumentaran toda clase de sevicias de uno hacia el otro pero de lo único que serán reos es de falta de amor.

El siempre confuso sentimiento del amor lo es mayormente porque se le confunde con otros temas, seguramente porque nunca supieron explicarnos lo que significa éste concepto o nos lo equivocaron.

Aunque parezca mentira ellas siguen esperando un príncipe azul y ellos una dama que salvar. Ya, ya sé que vais a decir que ya no, pero desnudad vuestra alma y veréis que ha sido por eso por lo que os habéis dado el primer batacazo amoroso. Yo me he dado uno fenomenal antes de conocer a mi mujer. Y a estas alturas tengo una cosa clara sobre el amor, que ha de ser generoso y realista. Creo que mi mujer y yo lo hemos conseguido de una manera natural, sin forzar nada y quisiera pensar que ella sea tan feliz como yo con ese amor. Hoy vamos a celebrar su cumpleaños y yo secretamente pediré a los hados que cumpla muchos más...

Rafaél Jiménez