LOS SUEÑOS

El triunfo de la imaginación libre, el cerebro a su aire dándonos un poco de cancha antes de la cruda realidad, de lo inalcanzable. Estoy hablando de los buenos sueños –de las pesadillas hablaremos otro día-. 

En otro tiempo yo me inducía los sueños que deseaba, por el procedimiento de dormirme pensando en lo que después soñaría ¿lo habéis probado? Ahora no lo hago apenas, quizás ya no quiero soñar.

Seguramente a cierta edad ya solo se quiere vivir realidades y para lo otro basta con los recuerdos, he vivido demasiado y tengo muchos.

La diferencia es que ahora sueño lo que mi cerebro quiere sin mi mediación y me depara no pocas sorpresas, recreaciones de lo vivido, deseos ilusos inalcanzables y algunas pesadillas, cada vez más.

¿Es propio de la edad?, a ver sesentones, informadme que yo soy un recién llegado a ésta meta, porque si es así me esforzaré en volverme a inducir, tonterías las justas.

El caso es que el ser humano no se rinde, trata de conseguir sus metas de una manera u otra, en la realidad o en el mundo onírico.

Creo que cuanto más conseguimos en la vida real, menos soñamos, al no tener asignaturas pendientes, pero… ¿quién no las tiene?

El fallo del sueño es que te despiertas y eso tan real que estabas viviendo se esfuma y te quedas con un palmo de narices y ansioso.

Casi todos los sueños repetitivos se refieren a temas sexuales ¿las chicas también?, a ver si alguna me informa. Parece ser que lo que más nos marca son esos deseos insatisfechos y claro, los magnificamos en los sueños. Hay un ranking de los hombres y mujeres más deseados de todo el mundo, podíamos hacer otro con los más soñados ¿coincidirían?, lo más seguro.

Trato de ponerme en la piel de esos machos ¿qué sentirán?, saber que prácticamente a cada mujer que se dirijan les desea y no precisamente para saludarles ¡qué presión!

Las super chicas igual, aunque las féminas están más acostumbradas a ser deseadas constantemente, pero ser las número uno…

Los otros sueños normalmente están relacionados con las vivencias diarias, teñidos con la particular manera de ver cada uno la vida, los optimistas poniéndoles lazos de colores y los negados llevándoles a la pesadilla.

Mi sueño despierto es que mi País vuelva a ser lo que fue, ¿cuándo?

Cuando fue un solo País, una sola alma con varios cuerpos, cuando fue más libre, de personas libres en su corazón, sin miedo al mañana, cuando sólo pensábamos en trabajar y divertirnos, cuando criábamos a nuestros hijos, dentro de una familia normal… ¿y los políticos? Ni siquiera sabíamos qué era eso. Si amigo Calderón, los sueños, sueños son.

TAMBIÉN PUEDES VER EN ESTE BLOG: "DAR PAN A PERRO AJENO". PINCHA AQUÍ: http://librosrafaeljimenez.blogspot.com.es/2012/11/dar-pan-perro-ajeno_12.html

                                                                         Rafaél Jiménez