VISITAS DEL BLOG

Visitas del Blog

miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA IRA. LOS SIETE PECADOS CAPITALES. III DE VII+1

Estar airado es una situación normalmente transitoria para bien propio y de tu entorno. Ser un iracundo es malísimo para tu tensión arterial y para la intranquilidad de los que te rodean y sufren. ¡Hombre!, tranquilizate, cuenta hasta cien antes de saltar por un "quítame allá esas pajas!! que es por lo que saltamos un noventa por ciento del personal. Al resto, no le vale ni contar hasta mil, ni razonar. ni dejarse convencer de su estado.

Esos son los infectados de ira. Seres potencialmente peligrosos  porque en esos casos del dicho al hecho va... poco trecho. Hoy la ira está de moda, a la mínima cualquier niñato te monta un pollo de no te menees y no tan niñatos los de la treintena, que ya nacieron en un ambiente familiar propenso a ello. Chulitos de barrio siempre hubo pero lo de ahora son barrios de chulos. La ira es peligrosa porque nos saca el instinto básico de la supervivencia, siendo que realmente no estamos en un ambiente peligroso, el peligro lo aportan ellos.
Hoy el iracundo es un asesino en potencia, ya lo vemos en esas macro fiestas, botellones y grandes discotecas, donde cada vez más a menudo ¡¡hay muertos!!.
La cosa, ya digo, empieza en la familia, normalmente desestructurada, niños criados a salto mata, con los abuelos, con alguna tía, alternando padre y madre o sin uno de ellos. Sin familia clásica no hay buenos resultados, estamos hartos de verlo. Solo salen cafres que se reforzarán en unos colegios sin ninguna ascendencia moral sobre esos seres ya perjudicados, mirando hacia otro lado porque el riesgo de decirle al niño lo que hay es que venga el cafre-padre y le rompa la cara al pobre profesor que le han quitado hasta la última ratio, el darle un cachete al nene para entrarle en razón. ¡¡Benditos cachetes que me dieron a mi!!
Si tu no eres un iracundo nato, mantente en tu sitio, no te dejes llevar por el entorno cada vez más infecto. La situación social favorece el ambiente airado, la gente está a la que salta por un nada ¡cuidado!, tú tranquilo, no favorezcas la situación, ya sabes la paciencia es el mejor antídoto.

Existe la ira contenida y es a lo que llamamos justicia. Es la ira aplicada en su justa medida. Pero la justicia está amordazada -o dirigida- por la ley. Y los menage a trois son buenos para una juerga pero para dirigir nuestras vidas no tanto. Una ley injusta ya no es justicia -como su propio nombre indica- y eso produce la ira justificada de los que la sufren. Una situación de injusticia social o leyes abusivas conllevan tarde o temprano a un estallido social, la ira desbordada y eso ya no se puede canalizar, se llama revolución

Nuestros mandamases no tienen otro camino: o salen del enroque en el que se hayan para salvar su propio culo o no tardando se van a encontrar con un estallido social de incalculables repercusiones.
En todos los años que tengo no he visto una sociedad tan descontenta, incluidos los que nos consideramos de derechas pero tenemos corazón. Personas consideradas normales -no los excluidos sociales de siempre- sin un trabajo, sin casa porque se la han expropiado y sobreviviendo de la caridad de su entorno, no es el mejor caldo de cultivo para una paz social. Ni siquiera ya vale la frase de Noam Chotsky: "Para mantener la paz social hay que mantener a la gente en la ignorancia". Porque la gente ya no es ignorante ni de la situación ni de los manejos cada vez más descarados de esta casta política.
El problema como siempre de todas las revoluciones es el numérico: tenemos que morir miles de ciudadanos por cada político colgado y sin embargo sobreviven y vuelven a sacar la cabeza una vez se han calmado las aguas. En fin, mi ira me pierde y mi intención era justamente la contraria.

Para tranquilizarme voy a  recordar las palabras que dijo mi querido Aristóteles sobre la ira: "Cualquiera puede ponerse furioso, eso es fácil. Pero enfurecerse con la persona adecuada, en la intensidad correcta, en el momento justo, por el motivo idóneo y en la forma ideal, eso no es fácil". Apliquémonos el cuento.
Om, Om, Ommmm.

RECUERDA: CONTRA LA IRA, PACIENCIA. SU DEMONIO ASOCIADO AMON (que significa: Príncipe del infierno) Y SU OPONENTE EL ARCÁNGEL JOFIÉL (su nombre significa: Belleza de Dios.
Rafaél Jiménez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...